miércoles, 22 de mayo de 2013

Pabellón de México de la Expo'92 (V): Sahuaro

Lectura previa recomendada: I | II | III | IV

La participación de México en la Exposición Universal no consistió sólo en la construcción de un magnífico edificio o una decoración exquisita.

El Gobierno mexicano, siendo consciente de la importancia del evento, quiso poner un broche especial a la participación mexicana.
Al igual que Chile consiguió un hito al traer su iceberg, México no se quedó atrás y decidió donar a la ciudad un enorme cactus Sahuaro procedente de tierras mexicanas.

De este modo se seleccionó uno de los mejores ejemplares del Valle de los Gigantes, con una edad estimada de 1500 años.


Fuente: Tecnopaisajes Consultores

En el proyecto participaron especialistas en la materia, ingenieros y ecologistas, quienes crearon una jaula hecha a medida para que no sufriera ningún daño.
La operación era compleja, dada su antigüedad, sus dimensiones y el hecho de querer traerlo vivo, por lo que había que tener en cuenta sus raíces.


Fuente: Alberto Martin

Fuente: Blueroadrunner

Fuente: Blueroadrunner

Fuente: Blueroadrunner

Cuando todo estaba listo, una grúa gigante se encargó de levantarlo para depositarlo en un enorme camión.
Pero debido al peso añadido de la estructura de acero, el cable de la grúa se rompió, así que tuvo que venir otra, pero la mala fortuna continuó y quedó atascada en el camino.


Fuente: Blueroadrunner

Fuente: Blueroadrunner

Fuente: Blueroadrunner

Todo esto llamó la atención de los vecinos cercanos a la zona, convirtiéndose en un improvisado foco turístico.


Fuente: Blueroadrunner

Finalmente, todo pudo solucionarse, y tras viajar en camión, hizo lo propio en avión rumbo a Sevilla.

Lo cierto es que gracias a todo esto, el lugar del que partió el cactus comenzó a tener una enorme notoriedad.
Tanto es así que desde entonces la zona está protegida y es un punto de atracción turística.

El cactus consiguió llegar cuando faltaba menos de un mes para la inauguración de la muestra, poniendo fin a una operación tan complicada, ya que nunca antes se había llevado a cabo un transplante de tal magnitud.


Fuente: ABC

Así, la Expo'92 pudo tener uno de sus grandes atractivos.


Fuente: Tecnopaisajes Consultores

Fuente: Niels Kolditz

Fuente: Sabino el viajero

Fuente: Revista agropecuaria Agricultura

Fuente: Gaël Limpalaër

Tras finalizar la Expo, el cactus siguió en el mismo lugar, aclimatándose perfectamente a su nuevo hogar.
Pero en 2006 unas obras de remodelación le afectaron, corriendo grave peligro.


Fuente: Niels Kolditz

Fuente: Blueroadrunner

Fuente: Sevillapress (Jesús de Vicente)

Fuente: Benjamín Arredondo

Desde entonces su estado es delicado, y muchos hemos temido por su futuro, aunque por suerte todo ha mejorado.
Gracias a cuidados recibidos han surgido nuevos brotes, símbolos de la esperanza de que este ejemplar nos acompañe durante tantos años como los que estuvo en su lugar de origen.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

lunes, 20 de mayo de 2013

Pabellón de México de la Expo'92 (IV): El pabellón que se quedó en Sevilla

Lectura previa recomendada: I | II | III

Como ya sabéis, este pabellón se construyó como efímero, ya que se pensaba trasladarlo a México tras finalizar la Expo.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Sin embargo, finalmente se acordó que se quedara en Sevilla, siempre y cuando se conservaran las admiradas X; las maquetas de la terraza, de las que os hablaré más adelante; la exposición de las mariposas Monarca, de las que que se desconoce su paradero; y la cabeza olmeca que se encontraba en el exterior.


Fuente: Bill Cotter

Fuente: Tecnopaisajes Consultores

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

También se conservan detalles como los pomos de las puertas, todo un símbolo del arquitecto, así como el sello del pabellón en las puertas del edificio.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Otros detalles que perduran son el mástil en el que ondeó la bandera mexicana y las señales dejadas por los soportes de la cola de espera.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Aunque no en toda su extensión, al menos ha perdurado una de las obras de arte de Pedro Ramírez Vázquez, el colorido mosaico.

Se trata del famoso Ojo de Dios, un elemento cultural y religioso típico de la etnia Huichol, que consiste en un rombo central con otros cuatro más pequeños en cada esquina del principal.

Estos elementos representan los cinco puntos cardinales del cosmos Huichol, que añade el centro a los puntos cardinales que nosotros conocemos.


Fuente: Tecnopaisajes Consultores

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Pese a que el pabellón fue remodelado totalmente en su interior, al menos se conservan pequeños detalles de su decoración.

Algunos pueden verse exteriormente.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Otros se conservan en algunas de las dependencias del edificio.


Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Fuente: Sergio David Cansado (Esa Sevilla)

Desde aquí, Esa Sevilla agradece la ayuda de Vicente Montes  para la realización de este reportaje.

Lectura siguiente recomendada: V